Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de Asprima y APCE, explica a idealista/news cómo ha afrontado el sector promotor la crisis del covid-19 y los retos que tiene a corto plazo. En este sentido, Gómez-Pintado apunta a la industrialización inmobiliaria como uno de los grandes revulsivos para reactivar la construcción y la promoción de viviendas. El también presidente de Vía Ágora no pronostica un descenso del precio en la obra nueva y sí prevé una regularización de los costes de construcción.
¿Cómo ha afrontado el sector promotor la crisis del coronavirus?
Hemos tenido dos fases, claramente. La primera, donde hemos tenido todas las oficinas de venta cerradas hasta hace prácticamente un par de semanas, y luego una segunda con la incertidumbre respecto a las obras. Siempre ha habido una situación de falta de información, de informaciones contradictorias… hasta que al final se tuvo que parar nueve días. Ahora, la situación que tenemos es que prácticamente el 100% de las obras están en funcionamiento. Eso sí, la productividad es más baja porque hemos tenido que adaptar todos los sistemas a la defensa, como no puede ser de otra manera, de la salud de los trabajadores. Un sector como el nuestro, el de la construcción, en el que se tiene que trabajar de una manera determinada, cambiar la rutina cuesta y se resiente la productividad.
¿Pueden desaparecer algunas empresas constructoras por la aparición del covid-19?
Yo creo que las grandes empresas tienen una situación completamente saneada. En cuanto a las pequeñas, creo que las que tenían que haber quebrado ya lo han hecho y no creo que se produzcan más bancas rotas.
Las corrientes más positivas afirman que el sector residencial saldrá muy reforzado de esta crisis. ¿En qué aspectos se fundamenta este optimismo?
Yo creo que tenemos que ser optimistas. Primero, porque al final, como decía Albert Einstein: ‘En estas crisis que nos ha tocado vivir surgen grandes oportunidades’. La crisis nos coge de una manera diferente. Las empresas están bastante menos apalancadas y tenemos un periodo de tranquilidad entre el 2020 y el 2021 porque las promotoras han comercializado toda la producción de este ejercicio y un gran porcentaje del siguiente. Además, hemos monitorizado las posibles cancelaciones de compraventas por la crisis y comprobamos que el impacto es muy bajo. De hecho, el porcentaje es muy similar a trimestres anteriores al covid-19. Si finalmente en nuestro sector el Gobierno toma las medidas que yo creo que son necesarias, saldrá absolutamente reforzado y lo más importante, será el sector que encabece la generación de empleo.
El sector está más saneado, pero ¿qué ocurre con la demanda?
No todo el mundo se va a quedar en el paro. Habrá un porcentaje importante, obvio. Todo el mundo coincide en que serán cifras del 20%, pero no se alargará mucho en el tiempo. Recuerdo la crisis pasada donde se produjeron los peores años de nuestro sector y se vendían viviendas. Creo que esta crisis va a ser profunda, pero va a tener un impacto a corto plazo. Si los gobiernos -Estatal, autonómicos y municipales- toman las medidas necesarias creo que habrá una reactivación de esta demanda. Yo siempre he hablado de la gran bolsa que tenemos pendiente de dar satisfacción en vivienda, tanto de compra como en alquiler. Sobre todo a aquellos jóvenes que están entre los 24 y los 35 años y que todavía viven en la casa familiar.
Medidas de colaboración público-privada como la que plantea el Banco Santander y el ICO para otorgar hipotecas del 95% del valor del activo, por ejemplo. Una cuestión que de materializarse podría extenderse a otras entidades financieras. Otra cuestión que ayudaría sería la reducción del IVA. Si se pone el IVA superreducido al 4%, como está también por cierto en el entorno de los países que tenemos, creo que va a ser otro agente dinamizador más.
¿Qué más medidas se deben de tomar para reactivar el sector?
Una de las cuestiones que más preocupaba al sector era la falta que podría haber de mano de obra. Ahora, la verdad es que menos porque hay trabajadores recuperables de otros sectores que desafortunadamente están en este proceso de crisis. Aún así, somos conscientes de que tenemos que ser más atractivos para ofrecer puestos de trabajo a los jóvenes porque hasta ahora no lo estamos siendo e invertir en formación. Si esto se produce empezaremos a ver un sector mucho más tecnológico, mucho más innovador y, sobre todo, mucho más eficiente a nivel energético.
También debemos de avanzar en agilizar las tramitaciones y las licencias urbanísticas. Hemos hecho una presentación la semana pasada sobre el ‘impuesto silencioso’ que llamamos al coste que tiene no conceder las licencias en los tiempos establecidos y hemos calculado que existen sobrecostes de 13.000 euros de media para el cliente final. El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid ya han tomado cartas en el asunto para eliminar estos cuellos de botella.
«La crisis del covid-19 regularizará los costes de construcción»